Trabajar en Cultura y con Artistas da una satisfacción especial. Formar parte del proceso creativo, ver como se fragua el discurso y se manifiesta la idea nos hace sentir que estamos haciendo algo importante. Un proceso largo en el que han intervenido muchos oficios que convierten la sala en un espacio sensorial lleno de matices.
Un diseño conceptual y partícipe del desarrollo narrativo de los comisarios: “«Faltar o morir». Un recorrido sobre la ausencia” está diseñada por Eusebio López, y comisariada por Raquel Ferrero y José María Candela, conservadores de l’ETNO.
Cómo fue el montaje expositivo
Transformamos toda la arquitectura espacial, cerrando techos y corredores de tela oscurante, forramos suelos y paredes de distintos materiales como caucho, moqueta, madera, policarbonato o poliestireno. Todo ello dotando de identidad a cada zona con una percepción completamente distinta y narrativa: materiales orgánicos y naturales, aislantes o blandos, oscuros o altamente reflectantes hacen que la naturaleza de cada elemento utilizado aporte contenido.
Sensaciones de asepsia, inquietud, desolación.. a través de una riqueza de materiales y de recursos concebidos por el diseñador y que nosotros convertimos en realidad.
Generamos un itinerario por la sala a través de grandes sedas negras. Estas estuvieron dispuestas en estructura curvas para jugar con las transparencias y lo velado, imprescindibles en la literatura del diseño expositivo.
Una luz pulsante acompaña el recorrido por los objetos de la muestra, e insiste en la máxima del proyecto. Placas de metacrilato con luz filtrada que introducen las gráficas y textos curatoriales y que, finalmente, se perciben como etéreos e incorpóreos en este recorrido por la ausencia. En clave baja y oscura conseguimos que la luz acompañe en una experiencia diseñada para ser íntima.
Servicios integrales
Trabajamos de la mano de restauradores para instalar piezas ricas y delicadas de una forma nada habitual: reliquias familiares suspendidas por hilos con imanes entre gotas de agua, relojes que pendulan desde cables de acero, vitrinas de material quirúrgico como mandalas. O con el artista que nos guía a través de una instalación compleja y delicada compuesta por elementos completamente frágiles en equilibrio que aparecen y desaparecen en un juego de programación luminosa.
Las circunstancias específicas dotan a la exposición de una vigencia e interés especial, y también marca nuestro trabajo de una forma importante, haciendo que toda la marcha de producción sea larga… por tanto también madurada y pensada. El proceso de montaje ha sido vivo y se ha ido adaptando a medida que se avanzaba en sala el trabajo de los creativos.
Muy contentos de formar parte activa del proceso vivo y enriquecedor que ha sido este proyecto. Eusebio, Raquel, José María, Elena: muchas gracias por contar con nosotros.