Muchas veces vemos que se emplean distintos tipos de vinilo para cristales. La mayoría de las ocasiones se busca preservar la privacidad de las personas, ya sea en oficinas o en casa.
Los cristales vinilados están muy extendidos y cada vez se emplean con mayor frecuencia debido a su gran duración y bajo precio. No solo te libras de miradas indiscretas, sino que mantienes la mayor parte de la claridad del exterior aprovechando la luz diurna.
Vinilos para cristal electrostáticos
Imaginemos que tienes la necesidad de instalar vinilos para cristal electrostáticos, es decir, sin adhesivos adicionales más allá del mismo vinilo. Seguramente quieras proteger la presencia de tu familia o empleados de las miradas ajenas. Aquí es donde esta tipología de vinilo cobra protagonismo, pero queda decidir el tipo de vinilo que quieres en para cristal.
Dentro de las tipologías de estos finos plásticos adhesivos, vamos a encontrar notables diferencias. Algunos de ellos te proporcionarán mayor cobertura mientras que dejarán pasar menos luz. Por otro lado, los más luminosos no son tan cobertores, pero pueden crear ambientes agradables y fantásticos si escoges el vinilo adecuado.
Vinilos traslúcidos
Los vinilos traslúcidos son todos esos vinilos que permiten pasar la luz pero no dejan ver más allá. Estos vinilos se emplean para ocultar, pero muchos de ellos tienen fines decorativos. Pueden ser completos o de recorte, pero en general mantienen la prioridad de que la luz se pueda respetar.
Los traslúcidos son una gama de vinilos muy amplios. Hay modelos con diseños diversos y patrones de formas. Incluso puede disfrutar de mezcla entre distintas opacidades. Vamos a comentar en los vinilos más usadas.
Vinilos ácidos
Los vinilos ácidos son esos vinilos transparentes en la mayoría de los casos con un aspecto arenoso y áspero. Su estructura logra difuminar por completo la visión, aunque también hay modelos con patrones en los que se respetan ciertas zonas, ya sea en forma de franjas o motivos geométricos.
Los vinilos ácidos son muy habituales en oficinas, escaparates o entornos laborales ya que generan una sensación de privacidad sin dejar de perder la sensación de espacio diáfano. Para ello, suelen elevarse hasta los 2 metros y bajarlo dejando unos 60 cm de espacio hasta el suelo dependiendo del negocio.
Gracias a su precio económico y la facilidad de aplicación, el vinilo ácido es un clásico dentro de la privacidad existiendo modelos con diferente grano. Según el grado, reducimos en mayor o menor medida la definición de quien se encuentra detrás. Debido a la forma en la que se lograba tradicionalmente este efecto sobre el cristal, es llamado vinilo de chorro de arena.
Vinilos opacos
Los vinilos opacos son esos vinilos que dejan pasar luz sin que se pueda apreciar nada de lo que hay al otro lado del cristal. Hay varios tipos de vinilos que difieren en color y opacidad. Algunos cuentan con un diseño plano y se aplican a finalidades también ornamentales. Este tipo de vinilos suelen emplearse en ventanas dirigidas a zonas de muy concurridas o patios interiores sin apenas luminosidad.
No suelen emplearse muy a menudo, aunque sí que tienen utilidad a menos opacos son. Si la finalidad solo busca impedir la visión directa sin perder mucha entrada de luz, hay vinilos más adecuados como es el caso de los vinilos ácidos
Vinilos para ventanas
Las ventanas del hogar son también objetivo de numerosos vinilos traslúcidos. En este caso, y para darles un aspecto más hogareño, podemos dar un toque de fantasía a nuestras ventanas con colores y diseños especiales. Ahí es donde los diseños de vidriera o con varios grados de «rugosidad» logran patrones florales o dibujos decorativos. Así conseguimos vinilos ácidos decorativos que pueden llegar a ser perfectos para ventanas.
Si vives en una planta baja o tu casa está situada en un vecindario concurrido, los vinilos para ventana con motivos decorativos son una alternativa para quienes quieren disfrutar de la agradable luminosidad sin exponerse a los ojos ajenos.
